Para drenar la grasa disuelta la presoterapia mejora la oxigenación en todo el cuerpo, siendo este efecto un gran beneficio en sí para todo el organismo. Quizás donde mejor se puede comprobar es en la piel, cuyo aspecto se verá mejorado en cuanto a tono y firmeza debido a que el aumento de oxígeno en sangre logra una mayor nutrición de los tejidos y facilita la regeneración celular. También estimula el sistema inmunológico, ayuda a bajar la tensión arterial a pacientes con niveles elevados, mejora la circulación sanguínea y linfática, y es de gran ayuda en la eliminación de los residuos metabólicos.
Combinando presoterapia, dieta y ejercicio, se consiguen mejores resultados en más cortos períodos de tiempo. Esto es así debido a que el drenaje linfático posee una serie de beneficios, como son el de acelerar el proceso de eliminación de toxinas del organismo (podríamos eliminar la grasa no deseada del cuerpo en menos tiempo); y con la presoterapia nos aseguramos de realizar un muy buen drenaje linfático. Y no sólo para esto, además está comprobado que favorece la firmeza y tonificación de los tejidos cuando hay grandes pérdidas de peso, con lo que el tema de la flacidez queda prácticamente controlado.